viernes, enero 23, 2009

Testimonio Mariel Adriana Pavón

Mi nombre es Mariel Adriana Pavón, tengo 35 años, vivo en Capital Federal, Buenos Aires – Argentina y desde hace muchos años padezco E.L.A.

Advertí que los dedos de la mano derecha no tenían fuerza, me costaba escribir y sufría de calambres en las extremidades por lo que consultamos para mayor tranquilidad mía y de mi familia con un profesional, quien en ese momento no supo darme respuesta alguna. Este es el punto donde comenzó mi odisea que culminó cuatro años más tarde cuando todos mis síntomas revelaban claramente un diagnostico que fue el de Esclerosis Lateral Amiotrófica.

No tuve real conciencia de los cambios que se producirían y ciertamente que estos abarcarían muchas más cosas de lo que imaginé en un principio, la pérdida motriz y de estilo de vida, el alejamiento de personas muy queridas sin poder hacer nada al respecto y fundamentalmente, el poder encontrar interiormente el valor y empuje suficiente para afrontar esta situación.

Es inexplicable el dolor y la ira que sentí al ver la mayoría de mis sueños uno a uno truncarse, no obstante y con el tiempo, busqué la forma de canalizar toda esa actividad que físicamente ya no podía realizar y verdaderamente a
través de la computadora pude hallarla y he creado mi propio mundo, una vida interior que me llena de satisfacción y alegría, más allá de los lógicos temores que aun me acompañan, sin embargo, y pese a cualquier sentimiento negativo aprendí a continuar, y a disfrutar haciendo lo que más me gusta. Durante las horas que paso frente a la computadora me siento libre de toda discapacidad física. Siempre tengo la oportunidad de aprender cosas nuevas y me convertí también en ávida lectora.

Tengo afectado los cuatro miembros, junto con la deglución y el habla, pero si hay algo que no me ha quitado la enfermedad, es el ansía por levantarme cada mañana para realizar mis tareas, y eso para mí es ganar diariamente una batalla.


Al presente, han pasado varios años desde que escribí mi primer testimonio. Durante este período, perdieron importancia todas aquellas personas que por un motivo u otro, decidieron no seguir acompañándome en este difícil camino. Mientras atravesaba este proceso de duelo, me cuestioné ¿Qué hubiera hecho en su lugar?
Y al dudar en la contestación, comprendí su comportamiento y mi corazón los dejó partir. Asimismo, aprecié los genuinos afectos, esos que están a tu lado para cuando necesitas algo, los que luchan para que tenga una mejor calidad de vida, los que se preocupan si me afecta algún malestar y buscan solucionarlo. Los que brindan su cariño, paciencia y dedicación aún encontrándose al límite de sus fuerzas y a riesgo de perjudicar su salud. Los que con su sola presencia traen alegría. Los que hacen magia para poder entender lo que quiero decir. Cada una de esas acciones son la cara del amor y puedo asegurar que todo enfermo lo ve y valora aunque no lo exprese.

Aprendí a ser dependiente físicamente de otra persona, a pedir y aceptar asistencia, a conformarme por los anhelos malogrados y esencialmente a sorprenderme riendo nuevamente pese a todo.

Ya no busco ni espero respuestas por parte de la ciencia, no sé, pero creo que es un mecanismo mental para protegerme por aquellas desilusiones y/o frustraciones pasadas. Estoy en paz y tomo las cosas buenas y lindas que me ofrece la vida. La tecnología (computadora, Internet, etc.) me proporciona las herramientas para poder interactuar con las personas puesto que de otra forma no podría hacerlo y estimula mis ganas de vivir.

Mariel Adriana Pavón
marivon@tutopia.com

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola !!!!
.....uau tengo pocas palabras después de leer esto....cuantas imagenes se me han venido a la cabeza, cuantos recuerdos..... que ejemplo.....
....perdon me quede con muy pocas palabras.......
un gran beso virna

Veronica dijo...

mariel..te entiendo...y respeto...y me saco el sombrero por esa voluntad y paz que emostras y sembras. Sabe que sos un ejemplo para el resto, y que tu testimonio es una gran leccion de vida.

te felicito ..alguien que conocio de cerca todo eso que contas. \\entra a mi blog>

convivir-ela@blogspot.com

abrazo...y beso..veronica.

alexandra dijo...

hola mariel me gusta tu octimismo y fe se lo q tu vives cada dia xq lo vivo con mi esposo a diaro soy esposa y madre de 2 niñas y no m recigno a perder a mi esposo facilmente no acepto un no x respuesta d los doctors y octamos x la medicina alternativa q le esta dando buenos resultados y tengo fe q se va a sanar como tu ♥

alexandra dijo...

si t desides por la medicina alternativa te dejo mi msn te cuento q esta dando muy buenos resultados y ya hay casos de personas sanadas.

acatagua@hotmail.com

Anónimo dijo...

Hola mariel
no sabes lo bien que me hacen tus palabras,pues es un aliento saber en sierta forma lo que piensas pues mi padrino sufrio de esta enfermedad,y se que entendio mi ausencia.
te felecito la berraquera que tienes me recuerda mucho a mi padrino,ya que siempre tuvo una sonrrisa para mostrarnos que en la adversidad es mejor la alegria que la triteza.mucha fortaleza y nunca olvides que DIOS ES MARAVILLOSO Y MISERICORDIOSO.QUE DIOS TE BENDIGA

Anónimo dijo...

Mariel conocerte hoy fué el regalo mas lindo que Dios me ha dado.
Aquí estoy para ayudarte Amiga...
BESOS Y A SEGUIR ALIMENTANDO NUESTRA FE ESA FE QUE MUEVE MONTAÑAS.
María Eugenia